El rápido cambio de la economía que se está pasando en las comunidades de todo el país presenta nuevos desafíos y oportunidades. Las economías que dependen de una sola industria para generar empleo están reconociendo la necesidad de diversificarse. Sin embargo, los enfoques convencionales para el desarrollo económico, que tratan de incentivar a las empresas externas a trasladarse a una comunidad, no funcionan. Ayudamos a los líderes locales a cambiar sus esfuerzos de desarrollo económico hacia la capitalización de los negocios existentes y las comodidades de la comunidad. Esto mejora la calidad de vida tanto de las empresas como de los residentes, creando oportunidades reales para las personas que viven allí.
El oeste americano está cambiando. La sostenibilidad de la región depende de lograr un equilibrio entre la conservación de los recursos naturales y la realidad de sus desafíos económicos. Para lograr esto, debemos pasar de patrones de desarrollo en expansión a un enfoque de planificación más eficiente, uno que no solo tenga un impacto menor en el medio ambiente, sino que cree lugares más asequibles e inclusivos para vivir. Además, necesitamos crear economías que sean diversas y resistentes, proporcionando un entorno para que prosperen las empresas locales nuevas y existentes. Cuando hacemos este tipo de inversiones en nuestras comunidades, vemos un aumento en las oportunidades económicas.
Permitir que personas de diferentes orígenes tengan éxito y garantizar que las diversas perspectivas sean parte del proceso de toma de decisiones de la comunidad es el núcleo de la construcción de comunidades habitables para todos. Existe una profunda necesidad de ayudar a las comunidades a tener éxito en sus esfuerzos por fortalecer la equidad social y la inclusión. La construcción de una comunidad inclusiva requiere importantes recursos, tiempo y asociaciones. Ayudamos a los líderes locales a aprovechar sus recursos y aumentar la colaboración para hacer avanzar este problema crítico.
El oeste americano alberga uno de los paisajes más diversos del país. Su terreno es un activo importante y por eso muchas personas eligen vivir en la región. Pero se enfrenta a una amenaza real. Los patrones de desarrollo en expansión alteran el entorno natural. El resultado es una mayor contaminación del aire y el agua, una pérdida de hábitats naturales, mayores riesgos de inundaciones y una reducción de los espacios abiertos. A medida que los eventos climáticos severos continúan amenazando a la región, es imperativo que las comunidades aborden el futuro con planificación estratégica y patrones de desarrollo responsable.
Las comunidades forman la salud de su gente. Para bien o para mal, el lugar donde una persona crece, trabaja y envejece afecta su salud en general. Esto se debe a que las comunidades determinan quién tiene acceso a oportunidades económicas, si hay viviendas seguras y asequibles disponibles y si el entorno construido fomenta estilos de vida activos. Trabajamos en todos estos temas porque cuando una comunidad avanza en estas áreas, más personas son saludables.